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Precauciones en la montaña en primavera que tienes que conocer
Actualizado: 13 may 2020
Ahora que los días se alargan y empieza el buen tiempo, nos entran a todos unas ganas locas de disfrutar de la montaña. Muchas de las recomendaciones generales para salir a la montaña durante todo el año son extensibles a la temporada de primavera, pero no está de más recordar las más importantes y destacar los matices específicos de esta estación, para que podamos disfrutar de la montaña de una manera responsable y sobretodo segura.
1. RETOMAR PROGRESIVAMENTE
Después del largo y blanco invierno, si no hemos ido a la montaña durante esta estación, es recomendable retomar la actividad en primavera progresivamente, ya que es posible que no estemos en nuestro mejor momento de forma física. No empieces la temporada al nivel de exigencia con el que quizá terminaste en otoño. Opta por objetivos "menores" que seguramente te vendrán fenomenal para descubrir nuevos lugares y para recuperar tu forma perdida.
2. HORARIOS
Ahora en primavera, con el cambio de horario tenemos luz hasta las nueve, toda una ventaja para poder alargar la ruta o para comenzarla más tarde. No obstante, es aconsejable incrementar con al menos un 50% los tiempos de marcha indicados en las guías, pues no suelen incluir paradas de descanso o para sacar fotos, y un 100% si eres inexperto.
3. ALUDES
En esta temporada en la que las temperaturas suben, la nieve se reblandece y existe un gran riesgo de aludes en muchas zonas, por lo que es recomendable finalizar la salida antes de mediodía, ya que en las horas de máximo calor es cuando se producen los aludes de fusión. No salgas a terrenos nevados si el riesgo de aludes es 3 o superior. Riesgo 3 hace suponer a montañeros inexpertos, por encontrarse en medio de la escala 1 a 5, que es una cifra aceptable, cuando en realidad refleja la situación que más víctimas provoca. Recordad que en presencia de nieve nunca existe el riesgo cero de aludes, así que extrememos las precauciones.

4. DESHIELO
En esta temporada en la que la nieve se derrite, el cauce de los ríos aumenta notablemente y podemos encontrarnos caminos inundados. Tendremos que desviarnos y encontrar el lugar más óptimo para cruzarlos, evitando situaciones de peligro. También deberemos prestar especial atención a los puentes de nieve sobre ríos, pueden colapsar al pisar sobre ellos y precipitarnos al río. Deberemos sondear su espesor con nuestros bastones de trekking y cerciorarnos si son estables o no.

5. METEO CAMBIANTE
En primavera, durante el mismo día, te puede nevar, reaparecer un cielo azul en media hora o llover con fuerza. La meteo es muy cambiante en esta época y debemos mirar los boletines del tiempo siempre antes de comenzar nuestra ruta y estar muy atentos a las señales del cielo. Las temperaturas a lo largo del día también son cambiantes. Las mañanas por lo general son frías y al mediodía la temperatura puede subir considerablemente. Habrá que llevar vestuario versátil para poder ir aclimatándonos a la temperatura de cada momento del día.
6. NEVEROS
Aunque vayamos a zonas en las que ya no hay nieve, podemos encontrarnos neveros, que son acumulaciones de nieve que perduran más allá del invierno. Aunque aparentemente los neveros puedan parecer inofensivos y fáciles de cruzar, son muy peligrosos: Podemos sufrir resbalones o caídas. Si el nevero además tiene inclinación, una caída aquí puede ser fatal, ya que podemos resbalar y caer contra las rocas, así que intentemos evitar cruzar por él, y en el caso de no poder evitarlo, deberemos atravesarlo solo en el caso de que llevemos el material apropiado (crampones y piolet).
7. NIEBLA
Los contrastes térmicos de la época pueden provocar la formación de nieblas. Hay zonas de la montaña que por su orografía, son especialmente propensas a presentar este fenómeno. Especial atención deberemos prestar en las zonas cercanas a los collados fronterizos en Pirineos, ya que las nubes del norte entran rápidamente en los valles y lo cubren todo. La niebla es muy peligrosa por varios motivos:
Es muy rápida. Entra de forma vertiginosa y no nos damos cuenta hasta que estamos ya totalmente cubiertos por ella.
Es fácil desorientarse por la pérdida de visibilidad y salirnos de la ruta correcta o sufrir una caída por la falta de visión.
En presencia de niebla, la temperaturas disminuyen considerablemente y suelen venir acompañadas de lluvia o gran humedad, por lo que si no vamos convenientemente abrigados existe riesgo de hipotermia.

Para evitar este tipo de situaciones:
Es conveniente estar siempre pendientes de las señales del tiempo para adelantarnos a posibles situaciones adversas provocadas por la niebla.
Llevar un GPS (y baterías y/o pilas) es una herramienta clave para este tipo de situaciones, ya que nos puede ayudar a encontrar el camino y no perdernos. En el caso de no tener GPS, podemos llevar un mapa y brújula.
Llevar ropa de abrigo y manta térmica.
Silbato para ayudarnos a ser más localizables en el caso de que tengan que venir a rescatarnos. Muchas mochilas y pulseras de supervivencia, llevan ya el silbato incorporado.
Teléfono móvil, por si tuviéramos que llamar al 112.
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