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Circular Cascada de Belabarce y Cueva del Ibón desde Isaba
Actualizado: 17 jun 2020
Realizada en Abril de 2018.

La ruta de la cascada de Belabarce discurre por el Valle de los Secretos y es una de las sendas más hermosas del Pirineo Navarro. De fácil acceso, ideal para realizar con niños y para personas poco habituadas a andar. Nosotros fuimos en abril, en pleno deshielo y el agua habitualmente tranquila, era una vorágine de actividad. Hay épocas infinitamente mejores para visitar esta cascada, sobre todo recomendamos fuera de época de lluvia y/o deshielo, cuando sus aguas adquieren un color verde turquesa impresionante.
DONDE DORMIR
Hay infinidad de sitios para pernoctar por la zona, pero a nosotros nos gusta quedarnos en el área AC de Isaba. La han puesto hace poquito y es gratuita. En algunas partes, el terreno está un poco torcido para dormir, pero nada que no se pueda arreglar calzándola. Dispone de todos los servicios: agua, vaciado de deposito de aguas grises y de aguas negras. Además, siempre podemos darnos un paseo por el pueblo de Isaba que es precioso.
COMO LLEGAR
Para llegar a Isaba por la Carretera Nacional N-240 Pamplona-Jaca-Huesca, a la altura de Venta Carrica cogeremos la carretera A-137 que se adentra en el Valle paralela al cauce del río Esca, pasando previamente por Sigües y Salvatierra de Esca (Aragón), hasta llegar a la Carretera NA-137 Burgui-Isaba.
LA RUTA
La ruta parte desde Isaba. Adentrándonos por sus empedradas calles, tomamos un bonito sendero que nos lleva a la ermita de Belén. Unos metros más adelante nos saca a la pista que nos llevará a pasar por el desfiladero de la Peña Ezkaurre. Seguimos por la pista, en un curva tomamos el sendero que nos introduce en el bosque de hayedos precioso. Un poco más adelante nos desviaremos a la derecha y a través de unas pasarelas de madera llegamos a la cascada de Belabarce.
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No podemos disfrutar de la típica foto de la Cascada de Belabarce con sus tranquilas aguas color turquesa, ya que vamos en pleno deshielo y el agua de la cascada cae con una furia atroz, que enturbia el río. Aún y todo el espectáculo merece la pena. Regresamos al camino y seguimos subiendo suavemente hasta llegar a las praderas de Belabarce, que se encuentran al lado de una carretera. Seguimos la carretera en dirección oeste , aproximadamente unos 100 metros y allí tomamos el sendero a la izquierda que baja por el bosque de pinos y hayas hasta la carretera de Isaba. Justo donde se cruza la carretera con el sendero nos encontramos con la Cueva del Ibón, una gran cavidad que sirve de desagüe natural del Macizo Ezkaurre y que en época de deshielo o lluvias, como en la que estuvimos nosotros, resulta totalmente inaccesible porque mana un río de la cueva.

Llevaba amenazando lluvia toda la mañana, pero hasta el momento nos habíamos librado. Pero cuando llegamos a la Cueva del Ibón empezó a caer el diluvio universal sobre nuestras cabezas. Salimos a la carretera de Isaba-Belagoa y caminamos por el arcén hasta llegar al precioso puente románico, una preciosa obra arquitectónica que es casi imposible no parar a fotografiar. Pero como llueve tanto, decidimos no parar y ya volveremos otro día a sacarle fotos.

Una vez pasado el puente, siguiendo por la carretera, llegamos de nuevo a Isaba, y corremos al calor de nuestra furgo a ponernos ropa seca, ya que acabamos la ruta completamente empapados. ¡Qué aburrida sería la vida sin estas aventurillas!
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