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- 14 ene 2021
- 2 Min. de lectura

Cascada de Arrako

Realizada en Diciembre de 2020.

Después de un mes de intensas nevadas en el Pirineo Navarro, encontramos una ventana de tiempo en la que no nevará durante unas horas. La nieve recién caída es muy inestable y puede haber riesgo de aludes, así que no es el mejor momento para realizar una ruta exigente, ni con grandes desniveles, así que decidimos hacer una ruta sencillita y corta en la que haya menos peligro. El trazado de la ruta que nos conduce a la Cascada de Arrako transcurre por un increíble bosque nevado que parece sacado de una postal. La cascada se encuentra encajada en el barranco del mismo nombre. Un rincón mágico que seguro que no te defraudará.

DONDE DORMIR

Hay infinidad de sitios para pernoctar por la zona, pero a nosotros nos gusta quedarnos en el área AC de Isaba. La han puesto hace poquito y es gratuita. En algunas partes, el terreno está un poco torcido para dormir, pero nada que no se pueda arreglar calzándola. Dispone de todos los servicios: agua, vaciado de deposito de aguas grises y de aguas negras.

COMO LLEGAR

Para llegar a Isaba por la Carretera Nacional N-240 Pamplona-Jaca-Huesca, a la altura de Venta Carrica cogeremos la carretera A-137 que se adentra en el Valle paralela al cauce del río Esca, pasando previamente por Sigües y Salvatierra de Esca (Aragón), hasta llegar a la Carretera NA-137 Burgui-Isaba. Seguimos por la carretera que sube a Belagua hasta llegar al km 47, donde comienza nuestra ruta.

LA RUTA

Comenzamos nuestra ruta en el Km 47 de la carretera que sube de Isaba hacia Francia, poco antes de llegar a Mata de Haya. Aparcamos en un arcén amplio habilitado para estacionamiento y allí mismo veremos los carteles del inicio de la ruta.

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El sendero se encuentra muy bien señalizado y a pesar de estar todo nevado no existe posibilidad de pérdida. Avanzamos hasta llegar a unas bordas y un poco más adelante cruzaremos un bonito puente de madera, ahora totalmente cubierto de nieve. En seguida acometeremos una ligera cuesta, al final de la cual veremos un cartel que nos indica que nos debemos desviar a la izquierda para llegar a la Cascada de Arrako.

Nos introducimos en un bosque de pinos primero, que dará paso a un mágico hayedo nevado, de cuento. Continuamos caminando por la huella que han hecho otros montañeros antes que nosotros, mientras nos vamos internando en un mundo mágico. La nieve recién caída, se desploma de las ramas de los arboles, provocando continuas purgas de nieve que caen sobre nosotros. Vamos atentos, ya que las ramas con el peso de la nieve corren el riesgo de romperse.

Tras una ligera bajada, llegamos a una zona en la que nos encontramos un haya caída, pasamos bajo ella y justo delante de nosotros nos encontraremos la Cascada de Arrako, encajonada en un estrecho barranco completamente helado. Un lugar mágico, idílico y que seguro que deleitará tus sentidos.